Personajes




En primer lugar tenemos a GUS como personaje circular y único “actor” al que podemos observar durante la proyección. Se trata de un sofá visillo de color azul. Respecto a su personalidad podemos observar diferentes cambios, puesto que el relato engloba muchos años de su vida.


Durante el periodo de la fábrica se trata de un sofá ingenuo, infantil, curioso, valiente, insensato, envalentonado, egocéntrico, simple, feliz, iluso,al que le encantan los sudoku y adivinanzas. No lo gusta estar solo y resulta un tanto observador. En cuanto es trasladado a la tienda, se siente solo y desconcertado; esto le hace ser algo frío, desconfiado. Con la vivencia de los primeros días empieza a adoptar una actitud de pensar que es el centro de atención, por consecuencia, esto hace que se vuelva presumido y egocéntrico. Llegado el momento de formar parte del salón de la familia Svenson, se convierte en alguien más enamoradizo, familiar, jovial y divertido; aunque poco a poco acaba convirtiéndose en alguien desilusionado e imprescindible, lo que hace que quede herido y así lo dé a conocer.


Como personajes lineales se pueden distinguir dos grupos: los que reciben una mayor carga emocional sobre nuestro sofá como són Antón, Rosalia o Enry; y los que tienen una menor responsabilidad como sería el caso de los compañeros de Gus tanto en la fábrica como en la tienda, los hombres del mono, Alfredo y los mellizos o Dedo.


Antón: padre de Rosalía. Se trata de un señor sano y jovial, de origen humilde que había vivido en la época de la guerra civil y trabajado en distintas industrias, encontró su suerte al inventar la peladora de naranjas, que posteriormente evolucionó y se adaptó a diversas frutas y hortalizas.


Rosalía: esposa de Alfredo, una ama de casa a la que no se le escapa ningún chismorreo y resulta ser una neurótica obsesa por la limpieza, con frases típicas como “Está en su sitio”, “no me hagas ir… que como vaya y aparezca...”, “No me levantes la voz”, “no veo que estés estudiando”, “la única que hace algo en esta casa soy yo ¿o que?”, etc. Si había algo que le molestaba, eran los malos modales [con recochineo] “¡se dice que aproveche!”, “cuestión de principios” comentaba y recalcaba hasta la saciedad.


Enry: cuñada de Alfredo, una célibe que ha logrado estar en la cumbre de los negocios a base de trepar y jugar sucio, es una persona arrogante, criticona, a quien le interesa mucho lo que refleja de sí misma a los demás antes que la verdadera esencia. Esto hace que Rosalía siempre actue con frenesí, queriendo quedar por encima de su hermana mayor, esa que todo lo que tiene es de la última colección de la mejor marca del sector.


Compañeros: siempre se trata de muebles inocentes e ilusos que se basan en el boca a boca y leyendas para nada certificadas creyéndose que todo es perfecto y bonito.


El tio de las pegatinas: hace referencia a los trabajadores de las empresas de transporte, que cada vez que aparecen hacen que nuestro sofá decaiga en una histeria a base de preguntas, puesto que representaban el traslado a otro lugar desconocido. Les tenía pavor.


Alfredo: el marido de Rosalía y padre de los mellizos. Es un empresario textil el cual no influye para nada en la vida del sofá.


Los mellizos: Ian, un joven zascandil y la princesita de la casa que recibía el nombre de Luján. La única meta de estos dos diablillos nada más entrar por la puerta era “trotar al caballo”, es decir, a Gus.

Dedo: gato balinés, que tenía como propietaria a la tía Enry. Animal odioso cuanto menos. Su felicidad residía en limarse las uñas en Gus.



No hay comentarios:

Publicar un comentario